sábado, 28 de marzo de 2009

Hijo de Rambow


Un niño imaginativo, pero totalmente coartado por su religión (una especie de Amish versión británica), jamás ha visto la televisión. En un estricto colegio inglés es, por tanto, el que está sujeto a un mayor número de obligaciones y prohibiciones. Por otro lado, el niño más rebelde y gamberro del colegio (es decir, el personaje más contrapuesto al suyo), se cuela en su vida. Rico, vive en una mansión junto a un hermano mayor déspota, la madre siempre en el extranjero, en un especie de laissez faire educativo muy propio, por cierto, de nuestros días, aunque los padres vivan en la misma casa que los niños.

"El niño Amish" y l'enfant terrible entrecruzan sus caminos. El segundo abre las puertas de la televisión al primero y, cosas del VHS, pierde la virginidad televisiva con la película "Rambo". Todos los valores tan sumamente cuidados durante toda su vida empiezan a tambalearse en la misma medida en que crece su necesidad de dar rienda suelta a su creatividad. Los dos niños se autoproclaman "hijos de Rambo" y deciden filmar sus propias aventuras secretas. Tendrán que ocultar sus intenciones a los ojos de los "Amish" y del hermano dictador, así como hacerle un hueco obligado a la nueva estrella del colegio, un francés que ha llegado en un intercambio y que ha importado un nuevo estilo de vida para los años 80, una especie de punk digno de los primeros Alaska y Dinarama.

Con estos ingredientes, mezclados en tono de comedia, que no cómico, la película habla de la amistad, la educación, la familia, de poner en tela de juicio los valores preestablecidos, del trabajo en equipo, la religión. Pero, sobre todo, habla de la creatividad como medio para entender todo lo anterior, para superar barreras y alcanzar metas imposibles.

Tiene un toque de Guillermo Brown, otro de "Rebobine por favor", algo de Billy Elliot. Una comedia con mensaje, con la modesta pretensión de contar algo, más allá de pasar un buen rato. No es una obra maestra, pero sí una película original, encantadora, entretenida y creativa. Hijo de Rambow es un juego de palabras, a medio camino entre "Rambo", el padre que los protagonistas nunca tuvieron, y "Rainbow", el arco mágico que en ocasiones aparece en el cielo, con sus colores imposibles, como una estrella polar que guía a los protagonistas. Un efecto visual como los que utiliza el montaje de vez en cuando, mezclando el dibujo animado (la imagniación) con la realidad. Un equilibrio necesario para entender y prosperar.

martes, 17 de marzo de 2009

Buen cine

Algunas series son buen cine, entendiendo como tal la capacidad que tienen para poner temas relevantes sobre la mesa y hacerlo con estilo, personalidad y eficacia.

Capítulo de El Ala Oeste de la Casa Blanca. Un chaval está condenado a muerte por asesinato. El presidente debe decidir en 24h si le perdona la vida. Tiene dudas. Le pregunta de manera informal a su ayudante personal, cuya madre murió asesinada:
- ¿Querrías asistir a la ejecución del asesino de tu madre?
- No, señor - pausa.- Querría matarlo con mis propias manos.

Toby Siegler, sarcástico director de comunicaciones.
- ¿Cómo podemos mantener la pena de muerte a chavales menores de 18 años? Somos el único país del mundo que ejecuta a menores, junto con China, Arabia, Irán, Nigeria. ¿Cómo no querríamos aparecer en una lista con estos países?


El presidente ha hablado con todos sus asesores tratando de saber cuál sería la decisión correcta. Varios le animan a perdonar al asesino, que es finalmente ejecutado. El presidente habla entonces con su cura, el que le ha visto crecer desde niño:
- ¿Por qué Dios no me ha enviado una señal sobre lo que debía hacer?
- Un hombre se sube al tejado de su casa durante una inundación. Pasa un barco, un tipo le dice "eh, sube, te vas ahogar". El hombre contesta "no, creo en Dios, que me quiere y me salvará". Al rato pasa un helicóptero, "cógete a la cuerda, te salvaremos". Contesta "no, creo en Dios, que me quiere y me salvará". El hombre murió ahogado. Cuando llegó a las puertas del Paraíso, le dijo a Dios: "Dios, yo creía en ti, confiaba en tu amor, tenía fe en que me salvarías". Dios le contestó: "Te he enviado un barco, y un helicóptero. ¿Qué más quieres que haga?" Te ha enviado a Toby, a Joss...

En un momento, la serie habla de la pena de muerte desde todos los puntos posibles. A favor, en contra, la opinión del agnóstico, del creyente, de la víctima. Habla de religión, de compromiso político y social, del funcionamiento interno de la Casa Blanca, de desesperación y esperanza. Habla de la débil frontera entre el Bien y el Mal. Del poder de la decisión y la presión de la responsabilidad. No hay buenos buenísimos ni malos malísimos, hay matices, hay debate, hay diversidad de opiniones, hay conflicto. El tema solo es, además, uno de los 2 o 3 que centran el interés de este capítulo de 42 minutos. Es una píldora de política inteligente, de análisis social, y contado con una maestría absoluta. Por eso El Ala Oeste es lo que es, y por eso el cine es lo que es, incluso en televisión.

lunes, 16 de marzo de 2009

La otra memoria histórica

Polémica actual por la propuesta de ley del cine en catalán, subtitulado y doblado. Las distribuidoras llevan un cabreo considerable porque aumentarán sus costes; las majors también, por la misma razón; las pequeñas productoras igual, para ellas ya es un reto estrenar en nuestro país como para que encima deban dobler algunos costes de producción.

Los políticos se llenan la boca con eso de "hablemos de cosas que verdaderamente importan a los ciudadanos", es como "el fútbol es así". Parece que, una vez más, la propuesta de ley no responde a una verdadera demanda del mercado.

En cualquier caso, conviene diferenciar entre el cine doblado y el subtitulado. El cine doblado es una mutilación de la obra y una barrera para el aprendizaje. Merece la pena el esfuerzo en promover el cine en versión original, en cuyo caso la subtitulación en catalán sería no solo lícita, sino necesaria.

El cine doblado nació con Mussolini, que lo impuso en Italia supuestamente para proteger la lengua italiana. A Hitler le gustó la idea y la copió en Alemania. ¿Las tres Marías? Así es, seguidamente Franco impuso el cine doblado en España para proteger el castellano. Tres regímenes fascistas fueron los pioneros en doblar las películas. ¿Y actualmente, dónde se dobla el cine? Bingo: principalmente en España, Italia y Alemania.

Es curioso cómo a los progres de hoy se les ocurren las mismas soluciones que a los fachas de ayer. En este caso concreto, ¿qué hay de la memoria histórica?

miércoles, 4 de marzo de 2009

Cine: arte, comunicación, manipulación


El pasado lunes todos los diarios abrían en portada con el Oscar de Penélope, bien grande. Todos menos uno. Todos retrasaron el cierre hasta las 2,45 aproximadamente, momento en que Pe recogía su premio. Todos menos uno, El Mundo, que no mencionaba en ningún lugar la gran noticia del cine español.

La primera impresión de cualquiera en un quiosco es que simplemente no llegaron a tiempo.

Al día siguiente, martes, El Mundo incluye la noticia en portada, pequeña, marginada. "Puede que no quieran darle mucha coba, la noticia ya no es noticia porque ocurrió ayer". No obstante, el titular "Emborrachaos" dio demasiadas pistas (imagen adjunta). Era ofensivo, ridiculizante. No incluyeron a Penélope Cruz el día anterior porque no les dio la gana. Y el día después, quisieron darle poco protagonismo, y robarle todo el carisma y glamour, convertirla en la chica modesta que es, casi de pueblo, tan lejos de las estrellas de cine de Hollywood. Una paleta.

Pues no. Se ha ganado un lugar en el Olimpo. ¿Por qué un periódico de derechas no lo reconoce? Debería ser un nuevo argumento para hablar de España, en mayúsculas, a lo grande, un escaparate enorme, la mayor proyección internacional desde la invasión de Irak. ¿Será por su relación con Bardem? Los Bardem, una familia odiada por la derecha y venerada por la izquierda. ¿Pero no debería estar el cine por encima de la lucha política entre medios?

Esta politización del cine es irritante. Sin embargo, alguien podría argumentar, con razón, el "y tú más", porque los Bardem fueron los primeros en aprovechar su posición social para denunciar la guerra de Irak. No a la guerra. Y estoy de acuerdo con el lema, y especialmente en aquel caso, en un 300%.

El cine es arte, y también es una forma de comunicación. La lista de Schindler denuncia un episodio dramático de la historia. Los lunes al sol habla de los parados en Galicia. La cortina de humo, Frost vs Nixon, JFK, Primera plana. La lista sería interminable. El cine es una forma de expresión lícita. Nunca mais a la censura, por ejemplo, del franquismo.

Lejos de los platós y las cámaras, las estrellas aprovechan el tirón social e internacional, "vota a Obama". Acuden a mítines para salir en la foto, "yo, con Zapatero". Como en los anuncios de las natillas, "soy famoso, hago ver que como natillas, tú harás lo mismo que yo". ¿Es lo mejor que sabeis hacer? ¿De verdad los políticos no pueden convencer a la gente con simples argumentos?

No solo eso, El Mundo pretende desprestigiar a una actriz, una artista, por su vinculación con la izquierda.Es una paleta. Me pregunto cómo serán las críticas de cine en El Mundo una vez creada esta separación entre izquierda y derecha, entre el bien y el mal.

Alguien debería hacer pronto una película sobre el tema.

PD: Marta me alertó del asunto El Mundo - Oscar Penélope Cruz. La parte inicial del post es fruto de su reflexión.

sábado, 28 de febrero de 2009

Vicky Cristina Barcelona


El nombre es casi tan estúpido como la película. Parece escrito por un niño de 8 años en la redacción de la clase. Más o menos, todo es así en la última obra de Woody Allen.

Desconfío de los autores tan prolíficos. Cuando Calamaro editaba discos con 200 canciones, se salvaban 2. El resto eran copias, parodias de uno mismo. Con Woody Allen ocurre algo parecido. De sus películas de los últimos años se salvan muy pocas, y Vicky Cristina Barcelona no se cuenta entre ellas.

Diálogos infantiles, situaciones absurdas, y la presentación de Barcelona desde el punto de vista más cateto posible. Parece pensada para triunfar entre los ciudadanos de la América profunda con encefalograma casi plano. Ups, ha sido más o menos así.

La banda sonora es mala hasta causar dolor. Los personajes son planos. La famosa actuación de Penélope Cruz es muy buena. ¿Para un Oscar? Es un papel menor en una película pésima. Es cierto que ella es lo mejor de Vicky Cristina Barcelona, pero no se puede comparar, por ejemplo, a su personaje en Volver.

Woody Allen ha tenido el acierto de volver a triunfar en USA, donde pocas de sus películas han conseguido buenas críticas y recaudaciones. También ha llevado a la primera actriz española a un Oscar. Algunos dicen que la película no la rodó él. Quizá haya sido un juego, una tomadura de pelo premeditada, harto de sus fracasos en su propio país, "aquí teneis lo que queréis, banda de palurdos". Si es así, VCB es una obra maestra que intentaré premiar con el más rotundo de los olvidos.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Frost vs Nixon

Película excelente con una limitación importante.
Vayamos con lo de "excelente": la dirección, el guión, los actores... Difícilmente superable. La limitación: la historia real sobre la que gira el argumento no deja de ser una anécdota.

La película habla de la entrevista del periodista David Frost al expresidente Nixon. Habían pasado un par de años del Watergate y la dimisión de Nixon. Ford, su sucesor, le perdonó nada más aterrizar en el despacho oval todos los pecados habidos y por haber. El pueblo americano se quedó sin saber qué pasó realmente, cuál fue el papel de su presidente en el desastre del Watergate.

Paralelamente, Frost buscaba un pelotazo que le devolviera el prestigio y fama más o menos perdidos. Nadie apostó por él, un perfil "talk show", para entrevistar a Nixon. Su lucha por conseguir los medios que le permitieran entrevistar a Nixon (que pedía 600.000 dólares de la época por conceder la entrevista), es uno de los grandes puntos de interés.

Por otro lado, Nixon pensó que podría lavar su deteriorada imagen pública toreando a un periodista supuestamente de tercera fila como David Frost, y contarle al mundo las muchas cosas positivas que hizo por Estados Unidos antes del Watergate.

La lucha de egos y mentes es apasionante, así como los círculos de intereses encontrados que rodeaban a cada bando. No obstante, cuesta olvidar que, en realidad, aquella entrevista fue una mera anécdota (Nixon estaba retirado, y aquel encuentro no tenía ninguna posibilidad de cambiar la historia). Es decir, lo verdaderamente grave fue el Watergate en sí mismo, lo que dijera un protagonista 2 años después roza lo anecdótico. Pero, superada esa barrera, detrás del famoso periodista y el expresidente odiado, hay dos personas de carne y hueso, con sus problemas e intereses propios, que disputan una batalla noble e inteligente para conseguir sus propios objetivos. Eso le devuelve el interés. Probablemente no es una película que pasará a la historia del cine pero es inteligente, interesante, entretenida y está muy bien hecha. Está contada, por cierto, al estilo clásico, en realidad es una obra de teatro convertida en película; como anécdota, Michael Sheen, que ya estaba interpretando a Frost en Broadway, recibió la oferta para participar en la película un lunes, y el jueves siguiente estaba rodando.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Slumdog Millionaire


SLumdog millionaire es una buena película, excelente en algunos aspectos, mediocre en otros, que los medios quieren convertir en una obra maestra. De la misma manera que la propaganda de Goebbels convencía a la gente del peligro de los judíos, los medios quieren convertir a S.M. en la película del año. Está de moda. Es arriesgada (cierto). Es diferente (cierto) a las grandes producciones de Hollywood que tanto molestan, aunque algunas sean muy buenas, incluso mejores.

Da igual que la historia sea totalmente inverosímil. Es una pena, porque SM pone sobre la mesa la forma espantosa en que viven millones de personas en la India. Y además lo hace a lo grande, con una dirección soberbia y una fotografía impresionante. Demasiada realidad. Vamos a calzar un final feliz. Lo venderemos como una comedia, a la crítica le pondrá nuestro rollo bollywoodiense, y nos haremos pasar como la típica "película independiente de bajo presupuesto se cuela en los Oscar", mientras sacamos el careto en todos los buses de Barcelona. Básico el "conmovedora" bien grande de algún crítico pedante.

Basura aparte, y pese a algunos fallos importantes, es una película muy recomendable.