miércoles, 4 de marzo de 2009

Cine: arte, comunicación, manipulación


El pasado lunes todos los diarios abrían en portada con el Oscar de Penélope, bien grande. Todos menos uno. Todos retrasaron el cierre hasta las 2,45 aproximadamente, momento en que Pe recogía su premio. Todos menos uno, El Mundo, que no mencionaba en ningún lugar la gran noticia del cine español.

La primera impresión de cualquiera en un quiosco es que simplemente no llegaron a tiempo.

Al día siguiente, martes, El Mundo incluye la noticia en portada, pequeña, marginada. "Puede que no quieran darle mucha coba, la noticia ya no es noticia porque ocurrió ayer". No obstante, el titular "Emborrachaos" dio demasiadas pistas (imagen adjunta). Era ofensivo, ridiculizante. No incluyeron a Penélope Cruz el día anterior porque no les dio la gana. Y el día después, quisieron darle poco protagonismo, y robarle todo el carisma y glamour, convertirla en la chica modesta que es, casi de pueblo, tan lejos de las estrellas de cine de Hollywood. Una paleta.

Pues no. Se ha ganado un lugar en el Olimpo. ¿Por qué un periódico de derechas no lo reconoce? Debería ser un nuevo argumento para hablar de España, en mayúsculas, a lo grande, un escaparate enorme, la mayor proyección internacional desde la invasión de Irak. ¿Será por su relación con Bardem? Los Bardem, una familia odiada por la derecha y venerada por la izquierda. ¿Pero no debería estar el cine por encima de la lucha política entre medios?

Esta politización del cine es irritante. Sin embargo, alguien podría argumentar, con razón, el "y tú más", porque los Bardem fueron los primeros en aprovechar su posición social para denunciar la guerra de Irak. No a la guerra. Y estoy de acuerdo con el lema, y especialmente en aquel caso, en un 300%.

El cine es arte, y también es una forma de comunicación. La lista de Schindler denuncia un episodio dramático de la historia. Los lunes al sol habla de los parados en Galicia. La cortina de humo, Frost vs Nixon, JFK, Primera plana. La lista sería interminable. El cine es una forma de expresión lícita. Nunca mais a la censura, por ejemplo, del franquismo.

Lejos de los platós y las cámaras, las estrellas aprovechan el tirón social e internacional, "vota a Obama". Acuden a mítines para salir en la foto, "yo, con Zapatero". Como en los anuncios de las natillas, "soy famoso, hago ver que como natillas, tú harás lo mismo que yo". ¿Es lo mejor que sabeis hacer? ¿De verdad los políticos no pueden convencer a la gente con simples argumentos?

No solo eso, El Mundo pretende desprestigiar a una actriz, una artista, por su vinculación con la izquierda.Es una paleta. Me pregunto cómo serán las críticas de cine en El Mundo una vez creada esta separación entre izquierda y derecha, entre el bien y el mal.

Alguien debería hacer pronto una película sobre el tema.

PD: Marta me alertó del asunto El Mundo - Oscar Penélope Cruz. La parte inicial del post es fruto de su reflexión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que manía que hay en este país de hacer que todo apeste a política. antes era el fungol, ahora hasta el cine.. lo próximo qué será?

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